martes, 29 de abril de 2008

LAS BUJÍAS...1ª PARTE.....

Las bujías progresaron considerablemente desde los años 80, siguiendo el desarrollo tecnológico que traían los motores. Las bujías actuales son unos productos muy técnicos concebidos con arreglo a una utilización muy específica.

Los materiales, las formas y las funciones evolucionaron de manera importante. El níquel ha sido reemplazado por el platino o el iridio en la fabricación del electrodo central, lo que permitió aumentar las revoluciones y la vida de las bujías. El iridio y la soldadura al láser permiten realizar electrodos muy finos (0,6 mm) que generan menos calor. El núcleo del electrodo central es realizado de cobre para una mejor conductividad a alta temperatura.

El electrodo de masa única ahora es reemplazado por 2, 3 o 4 electrodos, incluso por un electrodo anular.

El índice térmico de una bujía indica su capacidad de disipar el calor. Cerca del 75 % de este calor pasa por rosca y la arandela hacia la culata. Las bujías frías son destinadas a los motores de carrera.

Al ser el cono aislante interior cerámico más profundo, la bujía es más caliente, porque la temperatura de la combustión se aloja más profundamente y por lo tanto se mantiene por más tiempo, y el barrido de los gases, no logra efectuarse eficientemente, por lo tanto, los gases frescos de la admisión, al llegar a la bujía, y encontrarla algo caliente, acumulan temperatura y favorecen la combustión, por consiguiente, el motor trabaja más caliente.

Por el contrario, a cono aislante interior más corto, más enfría la bujía, los gases frescos, con pérdida de velocidad en la inflamación, por lo tanto, ahí es donde se juega con el punto, adelantándolo, (produciendo la chispa antes), para entregarle más tiempo a que se produzca la inflamación, (o sea, es una fórmula de tiempo en disipación del calor).

En la marca NGK, este índice va desde 3 para una bujía fría, a 12 para las más calientes. Las bujías de karting tienen índices térmicos de 9, 10, 10,5 ó 11.

Una bujía debe funcionar por encima de 450°C para poder quemar los depósitos de carbono responsables de la acumulación de residuos en la misma. El rango de temperatura óptima se sitúa entre 450° y 850°C. Más allá de 1000°C, la bujía no puede funcionar con normalidad y el riesgo de rotura es importante. (Fuente: NGK, Nogurukart, Kartcom)

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